La pandemia del covid-19 derrumbó nuestra sensación de invulnerabilidad, dejó en evidencia la orfandad de liderazgo y nos puso a pensar en lo que ¿Realmente somos tan independientes? ¿Realmente es tan grave estar en cuarentena? ¿Qué podemos hacer como sociedad para que esta cruda realidad cambie? ¿Sólo existe una forma de hacer las cosas? ¿Cuál es nuestro propósito vital?